sábado, 27 de marzo de 2010


Estuve analizando muchas cosas. y me di cuenta que si bien derroté a la muerte, aún me falta luchar por la vida que me quedó, crecer, enfrentarme a los lobos que vienen en el combo; vivir no es tan fácil como parece, sobre todo cuando el miedo se cruza, y se viste de fiesta para pasar desapercibido y atacar cuando menos lo esperes. Deliro fácil, lo sé. No sé qué soy, no tengo la más puta idea de lo que quiero ser. Pero sí, todos los días me levanto recordando lo que fui y no quiero volver a ser. A veces no me reconozco. A veces pienso que esta sonrisa es el disfraz y que nunca dejé de ser la lágrimota autodestructiva. A veces creo que juego a engañarme, y son esos días cuando me doy cuenta que necesito seguir con la terapia, y comprarme toallitas femeninas porque me está por venir, época de crisis confusas. En ocasiones no puedo creer lo maravillosa que me parece la vida, claro... después de haber seguido casi toda la vida la misma ley suicida, me parece increíble romper las reglas. Las reglas que había impuesto junto con la muerte. Pacto de sangre para la eternidad. Y esto me recuerda que... no debo dejarme llevar por las palabras, por eso, ahora nivelo sinceridad a través de los ojos. (tus palabras no me convencen, a mí no me engañas)

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