El tiempo no para y yo tampoco pude detenerme a pensar en lo mal que hacía viviendo del pasado, lo triste que sería el presente sabiendo que ayer tenía la chance de cambiarlo. De todos modos, ahora no cometeré el mismo error. Ayer jugué mal, aposté y perdí. Hoy estoy dispuesta a luchar, no descansaré hasta ganar y recuperar al menos la mitad de los años que perdí por creerme incapaz de triunfar.